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 Madrid: un modelo de transformación de la ciudad con la participación social  

Uno de los casos de Buenas Prácticas en materia medioambiental, -dentro del modelo de la Agenda 21 a nivel local-, es español y ha sido destacado por la oficina de EURONET Medio Ambiente, Planificación y Desarrollo y el ICLEI (Consejo Internacional para las Iniciativas Ecológicas Locales) http://www.iclei.org más conocido como el Gobierno Local para la sostenibilidad.

Se trata de la correcta remodelación de diversos barrios de Madrid, transformando barracas por viviendas dignas, aplicando criterios de sostenibilidad y teniendo en cuenta la opinión de sus residentes.

A finales de la década de los 70 la periferia Sureste de Madrid se encontraba más próxima al modelo de megaciudad del Sur que al concepto de ciudad europea, rodeados de barrios sin condición urbana que alojaban a una población de origen rural, fruto de la fuerte inmigración experimentada en los años 50 y 60, empleada básicamente en el sector de la construcción. Más que barrios eran grandes asentamientos de infraviviendas marginales localizados en las orillas de la ciudad: colonias de viviendas oficiales precarias y en franco proceso de ruina, junto a pequeños núcleos de chabolas de muy distinta dimensión.

A principios de los 80 el Ayuntamiento de Madrid decidió que era necesario transformar esta periferia, con sectores de población de muy baja renta, erradicando los asentamientos de infravivienda y substituyéndolos por viviendas dignas.

El proceso de remodelación ha durado más de diez años y ha llegado a afectar a 30 barrios con un total de 38.000 viviendas construidas para una población alojada de alrededor de 150.000 personas. Con esta actuación se garantizó la permanencia de los habitantes en el mismo suelo que ocupaban las chabolas sin proceder a ningún proceso de expulsión.

En este contexto es necesario destacar la operación realizada en el distrito de Vallecas que benefició a 12.000 familias. El objetivo principal consistía en conseguir una vivienda digna para la población residente, en barrios bien diseñados, con dotaciones y equipamientos suficientes, sobre el mismo suelo que ocupaban anteriormente. Es necesario señalar que el proceso fue altamente participativo ya que se realizó con un control y seguimiento bastante exhaustivo por parte de los vecinos hasta el punto que fueron ellos los que designaron los equipos técnicos dedicados a transformar la barriada.

Tras la remodelación de los barrios, Madrid ha transformado radicalmente su periferia urbana desde un punto de vista urbanístico, haciendo más ciudad. Distritos enteros como el caso de Vallecas y, en menor medida, Villaverde-Usera, han experimentado una revolución en su morfología urbana. Hasta el punto que suelos inicialmente periféricos ganan centralidad con el tiempo y, con ello, levantan importantes expectativas inmobiliarias futuras.

Desde el punto de vista de la ciudad construida destaca la calidad de los estándares aplicados y la generosidad en la creación de espacios públicos, viario, zonas verdes, equipamientos y dotaciones. Tres de los parques más significativos de Madrid se ubican en Vallecas y Orcasitas.

Respecto al coste de la operación, resulta difícil establecer una cuantificación económica exacta. Se baraja la cifra de 300.000 millones de pesetas de 1985. En cualquier caso el principal recurso movilizado es un intangible: la participación, la movilización ciudadana.

La financiación se realizó del siguiente modo: los vecinos aportaron el 5% de entrada. La administración otorgó una subvención por el 20 % y créditos baratos a más de 20 años por el 70% restante. En Vallecas Orevasa se diseñó un modelo de financiación en base a acuerdos con entidades financieras en las que los vecinos ingresaron el importe del suelo de la chabola y con los intereses pagan el crédito por la nueva vivienda.


Rasgos esenciales de la remodelación:

  • La remodelación es protagonizada por el movimiento asociativo vecinal madrileño hasta el punto que las viviendas y los nuevos barrios se deciden en asamblea.
  • Se garantiza la permanencia de los habitantes de las chabolas y de las viviendas oficiales en ruinas en el mismo suelo que previamente habían colonizado sin que se produzca proceso de expulsión alguno.
  • Las asambleas de vecinos controlan la construcción de viviendas y barrios estableciéndose una estrecha relación vecinos-organización-técnicos.
  • La rapidez del proceso que, en una década, levanta el equivalente a una ciudad media.
  • El modelo de ciudad construida, bajo el principio de edificar viviendas haciendo ciudad. Los nuevos barrios disponen de un alto grado de equipamientos.
  • La adquisición de la nueva vivienda en ningún caso supera el 10 % de los ingresos familiares de los beneficiarios, siendo el resto aportado por la Administración.

Resultados ejemplares

La remodelación puede considerarse como un éxito valorada en referencia a sus objetivos iniciales. Desde la perspectiva actual cabe señalar un cierto déficit medioambiental en la operación al no integrar con suficiente potencia esta variable en el diseño de barrios y viviendas (arquitectura bioclimática, articulación sistemas alternativos de movilidad, etc.). En cualquier caso el sistema de dotaciones verdes es importante (sólo en Vallecas dos grandes parques), se construyen carriles bicis (Vallecas) o una central calefactora colectiva (Orcasitas-Villaverde).

La remodelación es un magnífico ejemplo de cómo poder articular a la población inmigrante, residente en precario en las periferias de las metrópolis, en torno al objetivo de alcanzar un barrio y una vivienda digna. Aparte señalar que se han obtenido mejoras sensibles en la accesibilidad del espacio urbano tratado. Se ha enfatizado el uso del transporte público colectivo a la vez que se ha mejorado la calidad paisajística y estética del medio urbano.

Una de las lecciones más claras extraídas de este caso deja claro que la política de vivienda por si sola no resuelve todos los problemas si no va acoplada a un programa integrado de actuación: hacer ciudad haciendo ciudadanos.

   
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