El edificio, situado en pleno paseo marítimo de la ciudad, ha sido especialmente diseñado para cumplir con los máximos criterios de sostenibilidad y para recibir el certificado el construcción sostenible LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) en categoría Plata.

En este nuevo edificio, cuya construcción quedará finalizada a mediados de 2011, se han aplicado principios de arquitectura bioclimática. Entre ellos, cabe destacar el sistema de fachada ventilada y una cubierta ajardinada no transitable, medidas que contribuyen a la reducción de las necesidades energéticas del edificio. Además, se han instalado sistemas de ventilación con recuperador de calor y una microturbina en la cubierta, que mejorará la eficiencia energética del edificio al autoproducir energía. En cuanto a los materiales de construcción, se han seleccionado componentes naturales de rápida renovación como el bambú y se han recuperado y reutilizado materiales provenientes del antiguo edificio, como el pavimento de mosaico hidráulico.

El edificio está siendo construido mediante una estructura metálica que crea un voladizo sobre la calle a la altura del acceso del edificio. En el vestíbulo, se ha reaprovechado parte del pavimento hidráulico del edificio anterior para la creación de un mosaico decorativo. Esta decoración también estará presente en la fachada ventilada, cuya forma imitará al dibujo de los mosaicos. Además del reciclado de materiales del edificio anterior, todas las maderas utilizadas tiene certificación FSC (tal y como exige el certificado LEED), como el bambú utilizado en el suelo de las plantas. Así mismo, el 30% de los materiales son de origen regional, es decir, han sido fabricados a menos de 800 Km. de distancia del edificio (lo que supone menor emisión de CO2 en el transporte).

El exterior dispone de una fachada ventilada de hormigón polímero, de la empresa Ulma Hormigón Polímero, y en la cubierta se ha planificado la construcción de una zona transitable así como de una cubierta verde horizontal (tal y como aconseja el certificado LEED) de vegetación autóctona de la zona que ocupa el 57% del espacio total del solar. Esta cubierta verde es de tipo semi-extensivo, por lo que el mantenimiento necesario es mínimo y el sistema de irrigación es automático. La instalación de esta cubierta verde no responde sólo a criterios estéticos o medioambientales, sino que contribuye decisivamente a la eficiencia energética del edificio: gracias a su instalación, el aislamiento térmico de la cubierta es muy superior a una cubierta convencional, especialmente en verano. Por otro lado, este mejor aislamiento térmico permite mantener la temperatura de los materiales de construcción de la cubierta mucho más estable, lo que mejora su duración y reduce el mantenimiento.

La certificación LEED también exige el mantenimiento de la calidad ambiental de los edificios. Por ello, en el Centro Cultural Casa Anita de Roses, dispone de materiales (selladores, adhesivos y pinturas) de baja emisividad de COV (compuestos orgánicos volátiles) y la ventilación cumple con la normativa AHSRAE 62.1-2007. En cuanto al confort, los usuarios del edificio podrán ajustar el nivel de luz (task lighting) y ajustar el confort térmico mediante ventanas operables. Además se han instalado controles que adaptan el nivel de luz artificial a la cantidad de luz natural para ahorrar energía. Esta alta regulación del confort lumínico reduce las necesidades energéticas de alumbrado eléctrico. De hecho, el edificio tiene más de 75% de los espacios regularmente ocupados con un nivel alto de luz natural y un 95% de éstos con vistas hacia el exterior.

La eficiencia en el uso del agua y de la energía es uno de los factores más importantes para definir la sostenibilidad de un edificio. Así lo entiende también el certificado LEED, por lo que estos dos factores son los que mayor nivel de exigencia tienen en el certificado. En el caso de la eficiencia energética, el proyecto integra envolvente de fachada ventilada más eficiente, ventanas de alto valor aislante así como estrategias para reducir la aportación solar durante el verano. En el interior se ha portado por reducir la demanda de electricidad para iluminación mediante el empleo de sistemas led’s y controles de iluminación con detectores de presencia. En cuanto a los sistemas de calefacción y refrigeración de alta eficiencia, el edificio dispone de sistemas de ventilación con intercambiadores de aire y se ha conseguido una reducción del consumo energético del 22% respecto a la normativa ASHRAE 90.1-2207, lo que corresponde a una certificación A en España. Además, gracias a las especiales condiciones climáticas de la bahía de Roses (Costa Brava) y de su potencial eólico se ha instalado un micro-aerogenerador con una potencia de 1,75 KW. Este aerogenerador está instalado a 10 m. de altura, donde la velocidad media del viento es de 4,95 m/s, lo que supone una generación de 4370 KW/h. al año.

El proyecto del Centro Cultural Casa Anita de Roses fue seleccionado finalista en los IV Premios Endesa a la Promoción Inmobiliaria más Sostenible y está registrado en el US Green Building Council. El proyecto del edificio ha sido realizado por EXE Arquitectura, mientras que el proceso de certificación y la consultoría para su diseño se lleva a cabo por Green Living Projects.

Fuente: Construible