El proyecto nace de la decisión de hacer un aljibe para recoger el agua de la cubierta, circunstancia que se aprovechó para construir un nuevo estudio. La parcela, situada en las afueras de Palma de Mallorca, cuenta con unas características muy claras que guían la colocación de la construcción: cerca del muro de cipreses que protege del viento, dejando libre el terreno orientado hacia el sur, para poder cultivar, y envolviendo el pozo que aporta agua potable.

A ambos lados de éste se colocan los dos volúmenes que conforman el estudio (dos cajas, la mayor con más altura, más luz, ventanas y muebles, para pintar; la menor, para almacenar y mostrar la obra) y que convierten el lugar en un patio recogido entre la vivienda y el huerto. Construidas con materiales económicos, utilizan termoarcilla, por su capacidad de resolver el muro en una sola hoja, y viguetas de zapata y bovedillas de cemento (puestas del revés, como si fueran lonas de tela que cuelgan), en el forjado. Por último, a estos materiales se suma la madera que, también en forma de caja, conforma las puertas, ventanas… Las carpinterías se convierten entonces en cajas dentro de otra caja, por las que se entra. A través de ellas se pasa, entra la luz, el aire, se mira... y en ellas se está, se lee, se pinta, se trabaja, se charla, se descansa, se duerme la siesta...

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Ficha técnica