“Parque Dunar” es la obra ganadora del 2º Premio de Arquitectura de Termoarcilla. Gumersindo Fernández el autor de esta urbanización con vistas al mar gracias a una fuerte pendiente de la parcela que permite a todas las casas disfrutar de un entorno privilegiado.
Situada en Caños de Meca (Cádiz), la urbanización Lajas de Meca consiste en la organización de 38 viviendas en hileras dispuestas paralelamente entre sí que limitan con el parque natural y el mar. Para acceder a ellas se han dispuesto calles de 5 m de ancho que resultan suficientes ya que su única misión es dar acceso a los garajes de las viviendas.
Todo el conjunto, incluidas las zonas deportivas y de recreo, las zonas verdes y de rodadura, se rodean de una valla perimetral de 2,00 m de altura, donde las plantaciones de cipreses y buganvillas constituyen una parte importante.
Viviendas, según las necesidades
Las viviendas se conforman con volúmenes prismáticos puros de color blanco y aristas vivas en planta alta, mientras que en la planta baja el espacio se configura con lienzos de muros o filtros de distintos espesores y texturas con la intención de no confinarlo, sino de cualificarlo, intentando diluir la transición entre el interior y el exterior.
La estructura de cada vivienda se resuelve con muros de carga de termoarcilla de 24 y 29cm y muros de carga de bloques de hormigón de 24 y 29cm, y pilares de hormigón armado, cimentados sobre una losa de hormigón armado.
Los desniveles de la parcela se resuelven con muros de contención de hormigón y con muros “ecológicos” de tierra y geotextiles. Las vigas de la estructura son planas para que queden embebidas en el canto del forjado, exceptuando las que por motivos constructivos configuran los petos de la pérgola y la fachada. La transmisión de esfuerzos de forjados y vigas, a los muros de carga se hace a través de zunchos de canto igual o superior a las vigas que descarguen sobre ellos, para evitar la concentración de cargas.
Las viviendas que forman el conjunto del proyecto, parten de la vivienda base, con salón, cocina, aseo y un porche y tendedero cubierto por una pérgola en planta baja, y tres dormitorios y dos cuartos de baño en planta primera, con la opción de cubrir la pérgola y convertirla en una terraza abierta.
Las parcelas se cierran con muros blancos que permiten la privacidad visual que permite abrir la planta baja al exterior. Esta apertura tiene sentido especialmente en la época estival, uso principal de estas viviendas que se plantea como una segunda residencia en la costa.
No obstante, existen varias posibilidades de ampliación, cerrando la parte delantera de la parcela y convirtiéndola en trastero, otra opción, es convertir el trastero en dormitorio con cuarto de baño incluido, y una tercera es convertir el porche cubierto en otra sala de estancia al cerrarlo con vidrio.
Todas estas posibilidades de ampliación se han diseñado de tal manera que los tipos resultantes, tengan una imagen homogénea, y de este modo, no alteren la composición del conjunto y puedan disponerse aleatoriamente, permitiendo las diferentes combinaciones posibles.
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