 El Ente Vasco de la Energía (EVE) lidera la construcción del complejo residencial de Antondegi, urbanización que permitirá ahorrar hasta un 40% de energía frente a las fuentes convencionales, recibiendo por ello la etiqueta energética A.
Con esta iniciativa, serán 4.030 las familias que podrán beneficiarse de las viviendas bioclimáticas. La urbanización dispondrá de un sistema centralizado de generación de energía que combinará diferentes energías renovables con una fósil, como es el gas, además de tener en cuenta los criterios de eficiencia energética.
El ahorro de energía no se producirá sólo mediante los mecanismos de producción, sino que también se aplicará a la hora de construir los edificios, ya que se seguirán directrices de la arquitectura bioclimática, tales como orientar la zona más frecuentemente habitada de la casa hacia el sur o la utilización de sistemas de ahorro de agua.
Mediante gas natural y biomasa se cubrirá la mayor parte de la demanda energética. La biomasa como energía renovable consiste en el aprovechamiento de desechos orgánicos, generalmente desperdicios forestales, que en el caso del País Vasco, es un recurso que existe en abundancia. Los colectores solares térmicos serán utilizados debido a la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación, pero también podrán encontrarse en el complejo de sistemas solares fotovoltaicos, así como aerogeneradores de pequeña potencia integrados en el entorno urbano.
Este proyecto, que recibirá 2,7 millones de euros de financiación europea, evitará la emisión de 8.400 toneladas anuales de CO2 frente a un proyecto convencional de la misma magnitud.
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