 La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y el presidente del Colegio de Arquitectos de España, Carlos Hernández Pezzi, han perfilado un acuerdo para desarrollar el Código Técnico de la Edificación (CTE) con criterios ambientales para el tratamiento del aire, el agua, el ruido y el suelo. En declaraciones a la prensa con motivo de la reunión celebrada por Narbona y Hernández Pezzi, la ministra subrayó que las políticas del agua, el territorio y la energía "requieren una reorientación que conlleve la implicación de los ciudadanos".
En esta reorientación, "implicar a los profesionales nos puede ayudar muchísimo", indicó Narbona, quien resaltó el "papel estratégico" que pueden jugar los arquitectos en la aplicación de criterios ambientales a la vivienda.
La titular de Medio Ambiente se mostró satisfecha porque "hoy hay una respuesta de los ciudadanos mucho más activa que hace tres o cuatro años" frente a agresiones contra el medio ambiente y el deterioro de la calidad del aire y el agua. Hernández Pezzi por su parte calificó el CTE de "instrumento transversal" que afecta a varios ministerios, entre ellos el de Medio Ambiente, "que tiene mucho que decir en su aplicación".
España es el segundo país consumidor de energía de la UE, según Pezzi, y "en cuanto al aire acondicionado somos unos nuevos ricos que despilfarramos energía y no valoramos los recursos de agua", explicó.
El convenio entre el CSCAE y el Ministerio de Medio Ambiente "será muy útil" para regular cuestiones como el agua, el ruido, el ahorro energético o la ocupación del suelo y se desarrollará "en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y las comunidades autónomas".
El crecimiento del urbanismo
Tanto Narbona como Hernández Pezzi se refirieron al manifiesto por una nueva cultura del territorio suscrito por expertos en urbanismo, arquitectos y geógrafos del toda España a principios de mayo.
El manifiesto recoge el deseo de que el Gobierno y las Cortes controlen a través de las planificación de las obras públicas y el agua el crecimiento del urbanismo, siempre respetando las competencias de los Ayuntamientos y de las comunidades autónomas.
El manifiesto aboga por que se cambie la Ley del Suelo de 1998, en el sentido de que la vocación del suelo es ser urbanizado, mientras, según los expertos firmantes, la vocación del suelo tiene "valores ecológicos, culturales y patrimoniales que no pueden reducirse al precio del suelo".
Para Narbona, el manifiesto contiene "una reflexión muy buena sobre urbanismo, territorio y edificación" y Hernández Pezzi reveló que los arquitectos de Portugal se han dirigido al Colegio español para recibir información sobre este documento.
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