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La concentración global de dióxido de carbono (CO2), metano y óxido nitroso en la atmósfera durante 2004 fue la más elevada de la historia, según los datos difundidos por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). «Los niveles de dióxido de carbono, el gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera, siguen aumentando ininterrumpidamente y no dan signos de que vayan a dejar de crecer», aseguró el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
Y es que el valor medio de CO2 registrado durante 2004 fue de 377,1 partes por millón (ppm), un 35 por ciento superior a la concentración en la era preindustrial y un 0,47 por ciento con respecto al año anterior. En cuanto al metano, el valor fue de 1.783 partes por billón, mientras que para el óxido nitroso la concentración fue de 318,6 partes por billón.
Estos valores representan un incremento respecto a la era preindustrial de un 155 y un 18 por ciento respectivamente. Estas concentraciones de CO2 son las más elevadas de la historia y el ritmo de crecimiento se ha duplicado en los últimos 30 años, a pesar de las iniciativas adoptadas para frenar la creciente contaminación de la atmósfera con gases de efecto invernadero, que provocan a su vez el calentamiento progresivo del planeta.
Este aumento imparable ha llevado a idear nuevas tecnologías. Precisamente, se ha puesto en marcha en Dinamarca una planta experimental que captará y almacenará en el subsuelo hasta el 90 por ciento del dióxido de carbono que generen un conjunto de centrales eléctricas convencionales. Se trata de un proyecto cofinanciado con 8,5 millones de euros procedentes de fondos comunitarios.
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