Barcelona será la sede de una bolsa electrónica de derechos de emisión de gases para el sur de Europa. La plataforma Sendeco2, la Conselleria de Economia y la Fundación Fòrum Ambiental, han firmado un convenio para dar un impulso institucional y financiero al mercado. Será el primer mercado en España en el que las empresas podrán comprar y vender derechos para ajustar sus niveles de polución al objetivo fijado por el Gobierno para cumplir con el protocolo medioambiental de Kioto.

Sendeco2 aporta su capacidad para atraer negocio de empresas de España y también de Portugal e Italia, ya que es parte integrante de la Alianza Climex, primer mercado paneuropeo de este tipo derechos. También la integran la bolsa holandesa de emisiones Climex o UKPX, de Londres, entre otros.

"Es una plataforma por internet que garantiza la liquidez de un único mercado con unas cuantas puertas de entrada, una de ellas la que tiene sede en Barcelona", según Mendieta. La Conselleria no entrará en el capital de Sendeco2, sino que hará una aportación, aún por determinar, a la Fundación para reafirmar su apoyo a la iniciativa.

Sendeco2 está dirigida por Javier Tordable, antiguo directivo de la bolsa alemana y de Deuda Pública MTS España, que puso en marcha esta empresa en septiembre del 2004 y posee la tecnología para poner en marcha un mercado de este tipo. Primero será un mercado de contado, pero se prevé que más adelante sirva para contratar futuros.

A 20 euros la tonelada

En España están afectadas por el plan de emisiones para cumplir con los objetivos del protocolo de Kioto un total de 819 instalaciones, desde centrales eléctricas a cementeras. La tonelada de CO2 se cotiza en torno a 20 euros, por lo que las emisiones asignadas a España tienen hoy un valor de mercado superior a 10.000 millones. España es básicamente un país comprador, pues supera los objetivos de Kioto.

Las empresas tendrán la opción de reducir por sí mismas las emisiones -si el coste es inferior al precio de los derechos-, negociar la compraventa bilateralmente o asociarse a esta bolsa o a otras, para cumplir con el cupo de emisiones. En esta bolsa también podrán participar inversores distintos de las empresas implicadas. No se descarta que organizaciones como Greenpeace compren derechos para encarecerlos y, por tanto, para estimular la reducción de emisiones por las empresas.