El Ministerio de Hacienda retocará la fiscalidad medioambiental aprovechando la próxima reforma tributaria, con el objetivo de elevar la tributación a los contribuyentes, empresas o individuos que más contaminan, según anunció recientemente el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes. El Ejecutivo aprovechará la presentación de la reforma del IRPF a finales de año para lanzar un borrador de lo que va a constituir una reforma fiscal de mayor calado y que se desarrollará a lo largo de lo que queda de legislatura.

'Posiblemente, introduciremos algunos elementos adicionales (al IRPF) que tienen que ver con otra fiscalidad, llámese impuesto sobre sociedades o, incluso, algunos impuestos medioambientales que hoy, por obligaciones europeas o por nuestras propias necesidades, parece que deben considerarse', comentó Solbes en TVE. El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, explicó poco después, en rueda de prensa, que se tendrán en cuenta para ello, entre otros asuntos, los compromisos del protocolo de Kioto.

No obstante, Ordóñez insistió en que aún no hay ninguna decisión concreta adoptada sobre la fiscalidad medioambiental, si se tratará de tasas u otro tipo de tributos. En la actualidad no existe ningún impuesto estatal de carácter meramente ecológico.

Algunas comunidades han legislado escasamente en esta materia introduciendo algunas 'ecotasas' ligadas a actividades productivas como el turismo, pero de escasa recaudación y enorme polémica. La fiscalidad medioambiental es, de hecho, uno de los pocos campos que están abiertos para innovar sin que se produzcan casos de doble imposición con otras figuras tributarias.

Fuente: Cinco Días