España es el país de la Unión Europea que se encuentra en peor situación para cumplir con los compromisos del Protocolo de Kioto, que establecía un incremento máximo de las emisiones con efecto invernadero del 15%, pero que ya superó en 2003 con un aumento del 40,6%.

Así lo indica la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) en su último informe, el Inventario Anual de gases de efecto invernadero de la Unión Europea 1990-2003 y el Informe 2005. En el documento se indica, asimismo, que Austria, Finlandia e Irlanda también tendrían que mejorar su situación.

España emitió en 2003 un total de 402,3 millones de toneladas de CO2, CH4 y N2O, lo que supuso 3,7 millones de toneladas más que en 2002 con un aumento del 0,9%. Esto significa, respecto al año base (1990), que las emisiones habrían incrementado en un 40,6%, frente al 15% máximo establecido en los compromisos del Protocolo de Kioto, lo que significa que España será uno de los países que más trabajo tengan que hacer para alcanzar los objetivos establecidos.

En general, las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero aumentaron un 1,5% en la UE de los 25 en 2003, respecto a 2002. En el caso de los Quince, el aumento fue del 1,3%, que tendrán que reducir entre 2008 y 2013 a un nivel un 8% inferior a la media alcanzada en 1990. Este aumento del 1,3% supone la emisión de 53 toneladas, de las cuales la mitad (entorno a 24 millones) se deberían a la industria energética.

Además de España, otros países de la unión tendrán que llevar a cabo importantes esfuerzos como Finlandia, que aumentó en el período 1990-2003 un 21,5% sus emisiones, Austria que lo hizo un 16,6%, e Irlanda, un 25,2%. Entre los nuevos Estados miembros están bien situados Eslovaquia, Letonia, Lituania, Estonia y la República Checa.