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La Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt) celebró el pasado 14 de abril, en el marco del Salón Construmat, la jornada “La aplicación del Código Técnico de la Edificación: una nueva realidad en el sector de la construcción”. El acto, que contaba con el soporte institucional del Instituto Eduardo Torroja y el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), tenía como objetivo informar sobre el impacto que la nueva normativa tendrá en los productos cerámicos y el sector de la construcción en general.
 En la inauguración de la jornada, tanto el presidente de Hispalyt, Antonio Aguilera, como la directora general de Vivienda de la Generalitat de Cataluña, Carme Trilla, mostraron su apoyo al CTE y valoraron favorablemente el papel de los productos cerámicos en el sector. Aguilera precisó que actualmente existen soluciones cerámicas que cumplen con los requisitos de la normativa, destacando la inversión de 200 millones de euros realizada por el sector en 2004, con el objetivo de mejorar una capacidad productiva que actualmente está cifrada en 24 millones de toneladas anuales. El tejido industrial del sector cerámico abarca a 458 empresas y da empleo directo a 15.000 trabajadores. Carme Trilla, por su parte, valoró positivamente este esfuerzo, destacó la “absoluta trascendencia” del CTE y, finalmente, ofreció su colaboración como intermediaria entre las empresas productoras de materiales y el Ministerio de Vivienda.
Los expertos en materiales cerámicos, confiados ante el CTE
Tras las citadas intervenciones, la secretaria general de Hispalyt y directora técnica del Consorcio Termoarcilla, Elena Santiago, celebró que el nuevo CTE supondrá para el bloque Termoarcilla la superación definitiva de la reserva técnica aplicada en la anterior normativa. Elena Santiago transmitió la confianza de los fabricantes en el CTE ya que éste “actualiza, unifica y homogeneiza la normativa actual; da respuesta a las demandas de calidad, seguridad y accesibilidad” y su aplicación “mejorará los materiales y los sistemas constructivos”.
La primera conferencia, a cargo de Alberto Esteban, jefe de proyectos del Centro Tecnológico LABEIN, estuvo centrada en las prestaciones acústicas de los materiales cerámicos. “La exigencia del código -aclaró- no se aplicará únicamente a los elementos separadores, sino al edificio terminado, lo cual constituye su principal aportación e implica la necesidad de un diseño acústico previo”, afirmó. Esteban echó abajo los mitos existentes sobre acústica y que carecen de base técnica real, demostrando que existen soluciones de doble hoja de ladrillo cerámico desconectada, con espesores y masas semejantes a las empleadas hoy en día, que cumplen con los 50 dB in situ requeridos en el CTE. En conclusión, “los últimos avances en soluciones constructivas de paredes cerámicas han demostrado que garantizan el cumplimiento del CTE”.
Las claves del CTE: calidad, seguridad y ahorro energético
 La primera mesa redonda de la jornada, dedicada a explicar los “documentos básicos” que conforman el CTE, llevaba por título “Los materiales cerámicos ante el reto del Código Técnico de la Edificación”. Francisco Javier Escriche, gerente de consultoría contra incendios de Applus, realizó un análisis comparativo entre el CTE y la actual norma básica. Entre las novedades que aporta el CTE, Escriche subrayó que “facilitará la innovación tecnológica por cuanto permite adoptar soluciones constructivas nuevas, siempre que estén avaladas por un técnico competente”.
En este mismo punto incidió el Director del departamento de construcción de CIDEMCO, Asier Maiztegi, quien sostuvo que el CTE es positivo ya que “garantiza la calidad de los materiales y los sistemas constructivos, permite introducir nuevos productos (I+D) y obliga al cumplimiento de directivas comunitarias, como es el caso de la eficiencia energética”. La ponencia de Maiztegi se centró en las prestaciones que los productos cerámicos garantizan en ahorro energético y protección contra la humedad, a la luz de los ensayos realizados con bloque Termoarcilla. Maiztegi explicó cómo los cerramientos de Termoarcilla acumulan calor durante las horas de sol para después desprenderlo de forma gradual al resto del edificio. De esta forma, Termoarcilla reduce la demanda energética, resultando mucho más eficaz que otras soluciones tradicionales de dos hojas.
El bloque Termoarcilla fue también motivo de mención en la ponencia de Concepción del Río, profesora titulada de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, quien recordó cómo este material quedó en entredicho debido a las limitaciones que padecía la anterior norma básica. “El Código Técnico acepta todas las piezas y prestaciones, lo cual no tiene precedentes. Las restricciones [a los materiales] vendrán del análisis y no de una decisión previamente tomada”, concluyó. La otra gran aportación del CTE, según Del Río, reside en la consideración de las fábricas como estructuras, con la misma categoría y enfoque otorgados al hormigón armado, al acero y a la madera.
El Código Técnico, a debate
 La segunda mesa redonda de la jornada estuvo orientada a analizar los cambios que supondrá la aplicación del CTE en el sector. La sesión contó con la participación de Joan Santaularia, presidente del Gremio de Constructores de Obras de Cataluña; Ricardo Cortés, director técnico SEOPAN; Alfred Arnaiz, en representación de CEPCO, y Joan Famadas, miembro de la junta directiva de APCE en Cataluña.
El debate incidió en la importancia de encontrar una norma definitiva que regule el sector. Destacó la intervención de Joan Santaularia, quien sostuvo que la aplicación del CTE “incrementará el coste de construcción y lo acabará pagando el cliente final”, siendo las pequeñas y medianas empresas las más perjudicadas, por su menor capacidad para asumir dicho incremento. Ricardo Cortés, de la asociación de constructores SEOPAN, señaló que “el CTE nos puede afectar en una medida importante, aunque en menor grado que a los fabricantes y proyectistas”.
Finalmente, el presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Carlos Hernández Pezzi, clausuró la jornada con una firme defensa del CTE ya que éste “va a subir los niveles de calidad a unos niveles homologados, certificables acreditables y controlables por organismos independientes”. El máximo responsable del colectivo de arquitectos españoles anunció que la aprobación del CTE era inminente -la entrada en vigor está prevista en un plazo de 12 a 18 meses-, con un texto definitivo que, en opinión del CSCAE, “satisface plenamente las demandas de claridad, transparencia y adecuación técnica”.
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